Daniel Hernández
Ayer le presente un caso de extorsión en la Fiscalía de Género al propietario de un bar que fue cateado y pese a que no le encontraron irregularidades el inmueble fue asegurado y posteriormente el Ministerio Público Hugo Israel N. (actualmente procesado) pidió 150 mil pesos para liberar el lugar, siempre asegurando que la cuota era para su jefa la Fiscal Margarita Garcidueñas Cuellar.
Pues personal de la Fiscalía General del estado se ha estado poniendo en contacto con este reportero para narrar que no es un caso aislado y que prácticamente es un modelo de negocio del que, las fuentes aseguran, tiene conocimiento Garcidueñas Cuellar y que opera a través de su personal. Los involucrados son Miriam Larios quien llegó hace un año para sustituir a Ichpokatl Hernández, el comandante Alberto Castillo “El Pantro” y Hugo Israel N. que era el ministerio público consentido, tras la salida de Maritza Soriano a consecuencia de un operativo fallido en el centro de la ciudad que terminó en zafarrancho.
El modus operandi es que el ministerio público solicita órdenes de cateo por supuestas investigaciones de Miriam Larios y Alberto Castillo, se monta el operativo, como en San José Chiapa que ayer le relate y terminó en la detención de Hugo Israel N. El primer paso en el cateo es llevarse el dinero que encuentran en la caja del lugar, de los meseros, meseras, trabajadoras sexuales, clientes, botellas de licor y todos los bienes de valor.
Posteriormente ponen sellos de aseguramiento, no importa si no encontraron nada ilegal, a veces aparecen dosis de droga, y para que los propietarios de los inmuebles puedan recuperar su local tienen que pagar una cuota de lo contrario pueden pasar años en que recuperen los inmuebles pues le harán los trámites lo más engorroso posible. Las fuentes revelaron que así ocurrió con un bar denominado Kumabala ubicado en el municipio de Huejotzingo que no accedió al pago de cuotas y sigue asegurado y hasta custodiado por elementos de la Policía Estatal.
O en Xicotepec en donde un bar fue entregado a su propietario por Hugo Israel N. el 30 de abril, pese a que un día antes fue notificado de su suspensión. Pese a que sus actividades ya tuvieron consecuencias como el caso de Izúcar de Matamoros en el que cinco agentes estuvieron a punto de morir en una golpiza en la zona de tolerancia de ese municipio.
En la Fiscalía de Género ajustaron los hechos para simular una investigación por la desaparición de una mujer identificada como Blanca N, después de que salieron al paso del problema no volvieron hacer un acto de investigación para su localización. La joven desaparecida notificó que se iba a ausentar por temas de seguridad ya que había sido víctima de un delito y ya no quería tener contacto con las autoridades, hasta la fecha no han hecho algo para localizarla.
Desde las entrañas de la Fiscalía señalaron que es común que en los operativos en bares y casas de citas se lleven a mujeres que ejercen la prostitución las hacen pasar como víctimas pese a que ellas mismas señalan que no lo son, pero los verdaderos casos de trata no están ni enterados, su interés está en el modelo de negocios que crearon.
Por cierto
La omisión también es corrupción