La Jornada de Oriente
Entre las ciudades de San Martin Texmelucan y Puebla capital se contabiliza la actividad de alrededor de mil pipas de agua de particulares, cuyo uso y destino se desconocen, según se desprende un diagnóstico contenido en el programa institucional (2019–2024) de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento del Estado de Puebla (Ceaspue).
En el documento se establece que tampoco existe una cuantificación de los pozos irregulares perforados en la cuenca del Alto Atoyac, de los cuales se surten dichas pipas.
Alejandro Torres Jaramillo, investigador del Instituto de Ciencias de la Universidad Autónoma de Puebla (ICUAP), destacó que este dato es la evidencia de que existe un mercado negro de la extracción y venta de agua potable.
FOTOGRAFO: SAÚL LÓPEZ / CUARTOSCURO.COM
Agregó que el riesgo de que este líquido extraído de pozos ubicados a lo largo de la cuenca sea transportada en pipas sin razón social, y es que no se sabe quién vende el líquido, ni cuál es su calidad.
“El no saber dónde ubicar a la pipa, ni quién es el propietario nos indica que estamos en un mercado negro. Si hay algún problema no se sabe a quién reclamarle la calidad del producto”, sostuvo.
Manifestó que la autoridad correspondiente debe explicar -a solicitud de los ciudadanos- cuál es el estatus o condición de esas flotillas de transporte de agua, por qué están, quién las autorizó, dónde están los permisos, a quién reportan su calidad de agua y la del transporte.
“Si están en la ilegalidad no se puede tener un control preciso sobre los operadores y después sobre la sanidad de los contenedores”, indicó.
Cabe destacar que el Ceaspue también destaca en su programa que los ríos Atoyac y Alseseca son receptores durante su trayectoria de aguas residuales municipales e industriales que, en la mayoría de los casos, no cuentan con un tratamiento previo, provocando altos grados de contaminación ambiental y degradación ecológica en la cuenca.
Al respecto, subraya que la cuenca del Alto Atoyac recibe 149.1 toneladas por día de carga contaminante que desemboca en la presa de Valsequillo, de las cuales el río Alseseca contribuye con 14 toneladas de carga doméstica contaminante y el río Atoyac aporta 69.8 toneladas de carga doméstica contaminante y 65.3 toneladas de carga industrial contaminante.
Asimismo, subraya que la contaminación impacta a 2 millones 533 mil 75 habitantes ubicados en 493 localidades a lo largo de la cuenca del Alto Atoyac.
