
El cielo se vio ornamentado con un fenómeno óptico atmosférico: un halo solar.
Es que el círculo formado alrededor del sol despertó el intéres de las y los pobladores que no desaprovecharon la oportunidad de tomar fotos.
Halo Solar
El fenómeno del halo solar, antelia o aro iris, que constituye, junto con las auroras boreales y las descargas eléctricas, una de las manifestaciones más bellas y soberbias que nos brinda el cielo. La aparición de este «ornamento celeste» se puede observar con relativa frecuencia en nuestras latitudes a lo largo de cualquier estación del año, aunque es más común observarlo en latitudes más altas.
Por cierto, mucho cuidado al observarlo: ¡siempre hay que tratar de tapar el Sol para evitar posibles daños en los ojos! Nos podemos ayudar para ello ocultándolo con el contorno de un árbol, edificio, farola, etc., y, si no, con nuestras propias manos. También es recomendable llevar gafas de sol.
