Iniciar este reportaje sin hablar de la lucha antirreleccionista del club femenil hijas de Cuauhtémoc, por ahí de 1910, sería faltar a la memoria, dicho grupo protestaba por el fraude en las elecciones y demandaban la participación política de las mujeres mexicanas, pero no es hasta el 13 de enero de 1916 que se realizaría el primer congreso feminista en Yucatán, uno de los principales acuerdos a los que se llegó, era el imprescindible derecho al voto de las mujeres aunque en realidad la demanda no hizo mucho eco en la constitución de 1917
Las voces conservadoras en contra del derecho del voto de la mujer, referían que a las mujeres no les interesaba la vida política, además de que serían bastante influenciables por los curas y que además las mujeres ya ostentaban el poder de las decisiones domésticas, es justo aquí donde el papel de Hermila Galindo fue crucial en la lucha ideológica y política, pues en su carácter de periodista plasmaba en el diario “La mujer moderna” textos cargados de la necesidad de la inclusión igualitaria con los hombres en temas referentes a la educación, la salud pública, derechos sexuales y reproductivos.
La pugna por la obtención de derechos fue poco a poco ganando espacios así en 1933 se llevó a cabo la séptima conferencia Panamericana durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas dando pie a la creación de múltiples organizaciones como el Consejo Feminista Mexicano y el Frente único pro derechos de la mujer, el primero fue dirigido por Elena Torres y Refugio García el cual intentaba hacer una organización amplia para orientar el movimiento de mujeres hacia el socialismo, ambas organizaciones hicieron intensas campañas en todo el país y actuaron con un gran sentido de unidad, buscando la inclusión de las mujeres en la política, haciendo valer su derecho a votar y ser votadas, así como modificar los códigos civiles para tener igualdad de derechos con el hombre.
Diversos intentos de iniciativas en el sexenio de Cárdenas para lograr el reconocimiento de derechos de las mujeres se vieron detenidos en la Administración de Manuel Ávila Camacho, fue hasta el gobierno de Miguel Alemán que se cumplió la promesa y aprobó una iniciativa para que el artículo 115 constitucional estableciera la participación de las mujeres en las elecciones municipales en igualdad que los hombres, sin embargo esto sólo era el inicio ya que lo que se quería era lograr el voto en las elecciones federales.
Fue hasta el 17 de octubre de 1953 que se publicó una adición al artículo 34 constitucional donde se dice: “son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que teniendo la calidad de mexicanos reúnan además los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años siendo casados o 21 si no lo son y tener un modo honesto de vivir” Pero es por fin hasta el 3 de julio de 1955 que la mujer mexicana emite su voto en las elecciones federales a fin de integrar la 43ª legislatura del congreso de la unión en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular. Por cierto, México fue el último país de Latinoamérica en consolidar este derecho ¿Será el machismo?
NUEVAS GENERACIONES DE MUJERES EN LA POLÍTICA DE SAN MARTIN TEXMELUCAN.
Arlette Falcón, Abogada de profesión.
Ha trabajado en el servicio público en instituciones como INEGI e INE, también ha ocupado puestos de Coordinadora de Formación en Acción Juvenil Texmelucan.
En entrevista, le hemos cuestionado: ¿Cuáles han sido los motivos por los que te ha interesado formar parte de la política y los retos a los que se enfrenta?
Arlertte refiere: “Primero sé que tenemos una deuda histórica con todas las mujeres luchadoras que nos abrieron caminos hacia la política feminista, mi visión es clara; quiero que las mujeres podamos gozar del libre albedrío en todos los aspectos de nuestra vida y que partiendo de eso, transformemos la política actual, en la cual seamos aliadas en busca de una mejor sociedad. Hoy necesitamos de toda la capacidad, congruencia y sororidad en aras del bienestar de futuras mujeres. Nuestra responsabilidad y lucha debe estar encaminada sin duda a dejarles a estas futuras generaciones más libertad, más oportunidades y menos prejuicios para poder defender a nuestro país de las inclemencias político-sociales que nos han estado mermando derechos por tantos años. Espero que en un futuro no muy lejano las mujeres tengamos menos tabúes, estereotipos y si más igualdad libertadora.”
Sobre los retos que enfrenta la mujer en la política actual, menciona: “Una verdad cruda y dolorosa es que nacer mujer es nacer en desigualdad y en ese contexto nuestros retos son enormes, el sesgo sigue existiendo y nos sigue cobrando factura. En la actualidad seguimos enfrentándonos a la misoginia a ser catalogadas como personas que no tienen la capacidad para ejercer puestos de poder, hoy nos enfrentamos a grupos políticos que nos quieran utilizar como bandera y escudo, pero que en sus acciones nos demuestran todo lo contrario. Hoy en la política, ven al feminismo como una marca que puede ayudar a ganar votos, pero por otro lado no existen políticas públicas reales que nos ayuden o nos beneficien a las mujeres de manera concreta, el reto principal es no obsesionarnos con el poder y que nunca perdamos de vista nuestros ideales y principios, que demostremos con hechos más que con palabras la capacidad que tenemos y siempre estemos en busca de ayudar a través de la política; y no por el contrario politizar esa ayuda, que es lo que ha estado sucediendo en los últimos años, hay que eliminar de tajo esas prácticas y sé que esa es nuestra mayor responsabilidad.”
¿Cuál es tu opinión sobre la vida política partidista de San Martín?
“Hay que aceptar que la vida política de nuestro municipio ha ido en total declive, vemos lamentablemente a las mismas caras de siempre, las mismas propuestas y promesas sin sentido, los mismos personajes que buscan adueñarse de un municipio que muchas veces ni conocen, incapaces muchos de ellos de conectar con los ciudadanos, viven en una burbuja color de rosa; como lo he dicho en muchas ocasiones, tratando de engañar a la ciudadanía. Yo espero realmente que un día podamos elegir como ciudadanos entre los mejores candidatos y no, entre el menos malo. Sé que es momento de restaurar el oficio político y de jubilar a aquellos que se sienten amos y señores de este municipio, porque hay que abrir la oportunidad a nuevas generaciones, pues tienen hambre de contribuir a la mejora de Texmelucan; estamos ante el umbral de una generación preparada y consciente, sé que si no damos espacio al relevo generacional, las consecuencias van a ser espantosas. Hoy debemos ser más críticos más propositivos, pero sobre todo jamás callarnos ante las injusticias que se viven en nuestro municipio y exigir el cambio real que nos merecemos la ciudadanía, a quien ya tiene hartos y es totalmente entendible, porque me consta que los políticos nos han decepcionado y ese hartazgo sólo se puede solucionar con democracia pura, honestidad, respeto, pero sobre todo empatía, para que los ciudadanos puedan sentirse verdaderamente representados por sus gobernantes.” Finalizó.
En colectivas feministas se habla de la participación política de las mujeres, muchas de las colectivas del Estado están apostando por acciones comunitarias, defraudadas por cuestiones partidistas, aseguran que la principal forma de incidir es desde la organización primaria, en general, las mujeres siguen en pugna constante por sus derechos, desde sus territorios, sus colonias, barrios y municipios. ¡Porque la revolución será con las mujeres y sus derechos o no será!
